Los tiempos difíciles requieren
líderes transformadores que tengan habilidades para abordar problemas
complejos. Para dirigir de manera efectiva, debemos aprender a ser más
autónomos y movernos en entornos más complejos.
Vivimos en una era de disrupción acelerada. Todas las empresas se enfrentan a los profundos cambios provocados por la digitalización. Los límites de la industria se han vuelto permeables. Los datos, los algoritmos y la inteligencia artificial están cambiando la naturaleza de la previsión, la toma de decisiones y el lugar de trabajo en sí. Todo esto está sucediendo a la vez, y las empresas que quieren ser competitivas responden replanteando sus modelos de negocio, rediseñando sus organizaciones, movilizando a sus empleados y adoptando nuevas prácticas de gestión ágil.
Las organizaciones que desean ser
competitivas están haciendo grandes esfuerzos para adaptarse a la
transformación digital. En este sentido, es fundamental prestar atención a la
carga cognitiva y emocional que el cambio supone para las personas
involucradas, incluidos los managers medio y superiores. Hace falta líderes que
guíen a su compañía en la “niebla de la incertidumbre”.
Incluso los líderes
experimentados internalizan el estrés agudo de estos momentos de cambio
continuo y profundo.
“El problema está en cómo nos
relacionamos con el problema”. Cuando nos enfrentamos a una complejidad
continua a un ritmo sin precedentes, nuestros instintos de supervivencia entran
en juego. Ante un ataque de pánico actuamos antes de pensar. Necesitamos
agilidad interna, pero nuestro cerebro instintivamente entra en estasis. En el
momento en que se necesita un liderazgo visionario, empático y creativo, caemos
en viejos hábitos conservadores y rígidos.
No se puede dirigir una empresa en
cambio constante si se confía en la seguridad de control de crucero. Para
detectar oportunidades y amenazas en este entorno, debemos adaptarnos a la
incertidumbre. Eso significa aprender a relajarnos en la incertidumbre,
prestando atención a pistas sutiles que nuestro entorno nos aporta de forma no convencional.
Desarrollar este tipo de agilidad
interna no es fácil. De alguna manera, va en contra de nuestra propia
naturaleza, que quiere simplificar un problema aplicando nuestra mentalidad
experta y las mejores prácticas. Para abordar problemas complejos, necesitamos
volvernos más complejos. Necesitamos reconocer y apreciar las posibilidades
emergentes. Así es como la complejidad a la que nos enfrentamos puede volverse
manejable.
Existen cinco prácticas personales que pueden contribuir significativamente a
la mentalidad necesaria para la efectividad del liderazgo en tiempos de
transformación. Son principios intemporales del liderazgo centrado en tu
agilidad interior personal:
1. Actúa con
pausa para moverte más rápido. Hacer una pausa sin dejar de participar en
la acción ayuda a los líderes pueden a dejar espacios de juicio claro, pensamiento
original y toma de decisión para la acción rápida y decidida.
2. Abraza tu
ignorancia. Las buenas ideas nuevas pueden venir de cualquier lugar, los
competidores pueden surgir de las industrias vecinas y un solo producto de
tecnología puede remodelar tu negocio. En un mundo así, escuchar y pensar desde
un lugar donde no se sabe es un medio fundamental para fomentar el
descubrimiento de ideas innovadoras originales e inesperadas.
3. Reformula
radicalmente las preguntas. Una forma de discernir los patrones complejos
que dan lugar tanto a los problemas como a las ventanas de las posibilidades
emergentes es cambiar la naturaleza de las preguntas que nos hacemos. Formularse
preguntas desafiantes puede ayudar a desbloquear tu modelo mental existente.
4. Establece
la dirección, no el destino. En nuestros sistemas complejos y en esta era
compleja, las soluciones raramente son sencillas. En lugar de decirle a su
equipo que se mueva del punto A al punto B, únete a ellos en un viaje hacia el
objetivo general. Lidérate a tí mismo, y a tu equipo con una visión decidida,
no solo por objetivos.
5. Prueba tus
soluciones y a ti mismo. Los fallos rápidos y baratos pueden evitarte
grandes y costosas catástrofes. Este principio fundamental de Silicon Valley es
tan cierto para ti como lo es para tu empresa. Pensar en ti mismo como un
laboratorio vivo ayuda a que la tarea de liderar una empresa ágil y siempre
cambiante sea emocionante en lugar de aterradora.
Para ser claros: estos pasos no
son panaceas, sino un conjunto de piedras de toque interrelacionadas. Tampoco
son triviales de abordar. Sin embargo, una práctica consciente y disciplinada
tiene más posibilidades de superar el dilema del día a día, de liderar a tu
equipo de manera eficaz y analizar a tu empresa y su paisaje competitivo con
previsión creativa.
Antonio Peñalver
Leyendo este artículo me he trasladado completamente al enfoque de la Inteligencia Social tratado por Daniel Goleman. En tiempos de incertidumbre, cuando el riesgo aumenta y resulta más complejo administrar el control en uno mismo, las emociones sobrepasan a los razonamientos.
ResponderEliminarSegún Goleman explica en su libro, esto se debe a que nuestro cerebro posee dos vías: una vía inferior, relacionada con las emociones y que actúa con gran rapidez, y una vía superior, asociada a la razón que actúa de manera mucho más lenta que la anterior.
En determinadas ocasiones, cuando es difícil gestionarse a sí mismo por miedo al cambio, la balanza entre las vías inferior y superior se desequilibra y deja paso a la explosión de emociones que impiden realizar una acción lógica y razonada.
Por otro lado, como mencionas en el artículo, es importante, en tiempos de cambio, dejar de lado las rutas establecidas años atrás para reaccionar ante nuevas situaciones. Nuestro cerebro crea sus propias rutas neuronales cuando se viven situaciones similares, de manera que reaccionamos ante las mismas siempre bajo un mismo patrón. Sin embargo, en tiempos que exigen un cambio de mentalidad es fundamental abrir la mente, ser originales y buscar siempre opciones más allá de las que ya conocemos.
Por último, me gustaría añadir una tercera reflexión, esta vez en relación con cómo actuamos ante determinadas situaciones según nuestra "genética". Daniel Goleman, en su libro de Inteligencia Social, menciona que esta genética puede ser modificada. Es decir, a pesar de que determinado manager sea tímido, le cueste expresar sus propias opiniones y proporcionar a sus empleados críticas constructivas, todo ello puede ser modificado enfrentándose a situaciones que le obliguen a hacerlo. Con ello, quiero decir que a pesar del miedo que puede crear la incertidumbre determinada por esta etapa de cambio, enfrentarte a "tus debilidades" hará, en un futuro, más fácil la adaptación al cambio y a las nuevas necesidades del entorno.
Alba Larrán Viñuela
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarPara mantenerse al día con el rápido desarrollo de la sociedad, los clientes están cambiando, las empresas están cambiando, los líderes están cambiando. Y seremos eliminados si no respondemos rápidamente. Hay un viejo dicho en China: siempre estar atentos en un entorno seguro. Agarre los cambios más pequeños en el entorno y responda a ellos. Para cultivar hábitos y volvernos instintos, entonces podríamos ser invencibles.
ResponderEliminarY creo que podemos agregar otra práctica: el cultivo de la confianza, porque si una persona siempre se derroca a sí misma, siempre replanificar el plan tendrá un efecto negativo en la confianza de las personas. La persona que tiene éxito debe tener confianza.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarEn la actualidad todo está cambiando a pasos agigantados y a una velocidad nunca antes vista, a la vez que acontencimientos y sucesos en todos los ámbitos están reconfigurando el mundo, las empresas, la manera de hacer negocios, y en general todas las estancias e intituciones de la sociedad; crisis financieras y económicas, traen consigo altos índices de desempleo y precariedad en las condiciones laborales, provocando un descontento social; crisis políticas; adelantos técnologicos están reconfigurando las relaciones sociales y de intercambio, blockchain, inteligencia artifical, algoritmos, robotica, nuevos medios de pago, criptomonedas, como también, cambios veloces en las preferencias o hábitos de consumo de los clientes.
ResponderEliminarTodo lo anterior hace necesario que los líderes no se queden atrás, pero claro, esto no es tarea fácil, todos estos cambios que suceden a nuestro alrededor implican cambios que los líderes y en general tddos debemos considerar, para ello nos debemos replantear y cuestionar lo que actualmente hacemos.
En este sentido, nos debemos replantear la manera en que nos comportamos, de como gestionamos nuestro equipo de trabajo, la manera en como gestionamos esos cambios dentro de la empresa y dentro de nosotros.
Para esto hay que ser ágiles; aunque ágiles en un entorno lleno de incertidumbre resulta complejo, así que en este orden de ideas, los líderes deberían saber escuchar, escuchar donde antes no habían prestado atención; deberían reflexionar con mayor frecuencia y así intentar tomar las decisiones más acertadas; deberían poner en práctica los procesos, mejoras o soluciones que consideren, ponerlos en funcionamiento rápido y así revisarlos e ir ajustandolos sobre la marcha, de manera que el aprendizaje sea rápido y no tan costoso, consideración aplicable tanto a nivel empresarial como personal.
Los cambios están presentes en nuestras vidas, ahora más que antes y cada vez cambios más bruscos y rápidos, así que los líderes deben ser capaces de adaptarse e ir cambiando con los nuevos tiempos para sobrevivir, pero teniendo presente que ante tantos cambios de toda índole hay que tener prioridades para así enfocarse e intentar gestionar mejor esos cambios.
HUI DENG