Estamos atravesando un proceso de crisis que parece que no tiene fin: el parón laboral y confinamiento del Covid-19, su impacto brutal en la economía y, por ende, en el mercado laboral, los disturbios y las manifestaciones sociales… y, aun así, tenemos que reponernos y seguir adelante en nuestras vidas.
Eso requiere resistencia; es
decir, la capacidad de recuperarse rápidamente de las molestias y el estrés.
Si bien hay mucho escrito sobre
resiliencia, aquí hay algunas cosas son útiles de recordar:
· No podemos controlar lo que sentimos. Sin
embargo, si podemos controlar cómo podemos responder.
· Cuando surge el pánico, la ira o la
preocupación, tenemos la opción de actuar desde el sentimiento en ese mismo
momento. Lo cierto es que podemos dar un paso atrás y planificar una respuesta:
adaptamos una actitud reactiva o proactiva. Cuanto más resistentes somos, más
rápido nos recuperamos del malestar y más fácil es elegir cómo queremos
reaccionar.
· En medio del pánico y el miedo, nuestro neocórtex,
-es decir, la inmensa mayoría de la corteza cerebral-, falla.
· El radar del cerebro para la detección de
amenazas se centra en los circuitos que fluyen dentro y fuera de la amígdala, -el
nodo en los centros emocionales-. Si la amígdala percibe una amenaza, -como supone
el virus o la impaciencia de nuestro jefe-, el cerebro desencadena una cascada
de reacciones en respuesta a esa amenaza. Cuando nuestra atención se capta así,
tenemos problemas para concentrarnos en lo que tenemos que hacer. Peor aún, es
casi imposible encender nuestro cerebro creativo.
· Hay circuitos en nuestro cerebro que están
conectados para decir no a los mensajes de pánico de nuestra amígdala.
Sin embargo, la buena noticia de
la ciencia es que podemos fortalecer esos circuitos.
Las claves del fortalecimiento de
los circuitos cerebrales, -cognitivos y emocionales-, que lleven a un comportamiento
resiliente frente a la amenaza del Covid-19 son:
· Tomar consciencia de como nos afecta este nuevo entorno
que abruptamente ha llegado y nos impacta;
· Identificar y asumir las mejores respuestas, con
frialdad, que podemos asumir de formar proactiva ante esta amenaza;
·
Y pasar decididamente a la acción en nuestro día
a día, ocupándome de aquello en lo que realmente puedo influir y obviando aquello
que no depende de mí.
Antonio Peñalver
Socio director de People First Consulting
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